Practique sus interacciones de servicio y devolución: cuando un bebé o un niño pequeño balbucea, hace gestos o llora, responda con contacto visual, palabras o un abrazo. Trate de "continuar" la conversación, como un juego de tenis o voleibol, de ida y vuelta 4 veces.

Estas interacciones dan forma a la arquitectura del cerebro de su bebé y recibirán la estimulación positiva que necesitan para un desarrollo saludable.

Narre algo que hace con frecuencia: doblar la ropa, conducir a su lugar favorito, hacer las compras, etc.

Dele opciones a su hijo, asegúrese de señalar lo que sea de lo que esté hablando. ¿Le está dando a su hijo a elegir entre un plátano y una manzana? Asegúrese de señalar y decir "plátano" o "manzana". ¡Hable sobre la elección que hicieron!

Mientras alista a su hijo, hable sobre lo que se está poniendo. Tal vez hable sobre los conceptos de quitar y poner cuando se pone y se quita los zapatos.

Encuentre palabras que comiencen con la letra del nombre de su hijo o una letra común como "M". Puede encontrarlos en el entorno o en un libro.

Al final de su día, hable sobre lo sucedido. ¿Cuáles fueron las mejores cosas?

Hable de opuestos. Muéstrele a su hijo ejemplos de duro y blando, grande y pequeño, arriba y abajo.

¡Visite la biblioteca! Hable sobre todas las cosas que puede hacer en la biblioteca y lo que le gustaría llevarse a casa.

¡Hable de colores! Encuentre sus colores favoritos mientras estás fuera de casa.

Cuando hable con su hijo, trate de usar palabras nuevas. En lugar de "grande" diga "enorme", en lugar de "caliente" diga "ardiente".